OSEAS 14. EL PERDÓN DE DIOS.




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Summary: EL PERDÓN DE DIOS. OSEAS 14:1 Regresa, oh Israel, al SEÑOR tu Dios, porque tus pecados te hicieron caer. 2 Presenta tus confesiones y vuélvete al SEÑOR. Dile: Perdona todos nuestros pecados y recíbenos con bondad para que podamos ofrecerte nuestras alabanzas. 3 … Nunca más diremos a ídolos que hemos hecho: “Ustedes son nuestros dioses”. No, solamente en ti los huérfanos encuentran misericordia. 4 El SEÑOR dice: Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre. 7 Mi pueblo vivirá otra vez bajo mi sombra… NTV. Después de ofender o hacer algo realmente malo contra un semejante, a las personas les cuesta mucho admitir que han fallado, y más costoso se les hace pedir perdón a su prójimo por las acciones perversas hechas en su contra. Algunas personas por no admitir y pedir perdón por sus acciones, prefieren asumir las consecuencias, pues piensan que admitir una ofensa o pedir perdón, es un sinónimo de humillarse y no están dispuestos a hacerlo ante su prójimo. Al igual que muchas personas en el mundo no están dispuestas a pedir perdón por sus ofensas a los hombres, tampoco lo están para pedir perdón a Dios por la infinidad de pecados que han cometido a lo largo de sus vidas contra Él. Estas personas prefieren asumir las consecuencias de sus pecados antes que admitir que son pecadores y necesitan del perdón de Dios para no ser condenados a una eternidad de sufrimiento. Todas las personas aunque no quieran admitirlo, son conscientes de que son pecadores, pero el corazón de ellos, está tan endurecido que no hacen intentos por buscar el perdón de Dios. O simplemente no lo quieren hacer, porque están a gustos con el estilo de vida que llevan bajo el dominio de los placeres de este mundo. Esta decisión errónea que han tomado, lamentablemente los lleva a la condenación eterna en el final de los tiempos. Dios no desea condenar a la humanidad a una eternidad de sufrimiento, por eso, hace un constante llamado al arrepentimiento. Él desea que la humanidad confiese sus pecados y vuelva a sus brazos amorosos. El llamado al hombre para que se arrepienta, Dios lo ha hecho desde el momento que el pecado ingresó a este mundo, lo ha hecho hasta el día de hoy, y lo seguirá haciendo hasta que llegue la mañana de Su ira contra la maldad y el pecado. Para este llamado al arrepentimiento, Dios ha levantado a sus siervos, para que lleven su mensaje de advertencia a los hombres. Uno de estos siervos fue el profeta Oseas. Dios levantó a Oseas para que incentivara a sus compatriotas a que abandonen la adoración a los ídolos y los dioses paganos de la región. Así mismo también para que abandonaran la vida de pecado que llevaban ya muchos años. El profeta no solo debía incentivar a sus compatriotas a que abandonen todo lo malo de sus vidas, sino también a que muestren arrepentimiento de haberse rebelado contra Dios y busquen su perdón. Ya que la confesión de sus pecados y la búsqueda de perdón, retendría la ira de Dios que estaba próximo a caer sobre toda la nación, pues Dios en su misericordia estaba dispuesto a obrar en favor de su pueblo amado si mostraban un arrepentimiento sincero. Para escapar de la ira de Dios, el pueblo debía arrepentirse y confesar sus pecados a Dios, pedirle perdón por todo lo malo que habían hecho, y también por romper su pacto. Ante este arrepentimiento sincero de su pueblo, Dios no solo iba a perdonar sus pecados, sino también iba a sanar la falta de fe que habían mostrado en Él. Con la relación restaurada, el enojo de Dios contra su pueblo desaparecería para siempre, y nuevamente los amaría profundamente, y vivirían bajo su cuidado y protección por siempre. Queridos hermanos. La humanidad vive ignorando la fuente de quien proviene todas las dádivas que reciben cada día. Algunos creen que lo que han recibido es gracias a los dioses a los cuales rinden culto y adoración o así mismos. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message