Summary: MANOS A LA OBRA. 2 CRÓNICAS 29:3 En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías reabrió las puertas del templo del SEÑOR y las reparó. 4 Convocó a los sacerdotes y a los levitas a encontrarse con él, en el atrio al oriente del templo. 5 Les dijo: ¡Levitas, escúchenme! Purifíquense ustedes y purifiquen el templo del SEÑOR, Dios de sus antepasados. Quiten del santuario todos los objetos contaminados. 11 Hijos míos, ¡no descuiden más sus responsabilidades! El SEÑOR los ha elegido para que estén en su presencia, le sirvan, dirijan al pueblo en la adoración y presenten a él sus ofrendas. NTV. Tras el reinado nefasto de Acaz, la nación judía quedó al borde de la destrucción. Algunas naciones invasoras llevaron cautivo a una parte de la población, y la espiritualidad del reino estaba por los suelos. En medio de ese caos. Ezequías el hijo de Acaz asumió el trono de Juda. El joven monarca ahora debía reconstruir el reino que su padre casi destruyó, con sus acciones perversas y sus malas decisiones al relacionarse con el rey de Asiria, en vez de haber buscado la reconciliación con el eterno Creador a través de su arrepentimiento. El nuevo monarca no esperó que su reinado se consolide completamente para iniciar sus reformas, él ideó medidas de reforma nacional en el mismo principio de su reinado, y con vigor hacer frente a todas las dificultades que en tal curso, había de encontrar, después que los hábitos del pueblo se habían amoldado en tan largo tiempo a la idolatría impulsado por su padre. Las personas cuando asumen algún rol de liderazgo, esperan un cierto tiempo para consolidarse en su cargo y luego aplicar sus estrategias de trabajo, pero como Salomón, Ezequías desde el principio mostró interés por la casa del Señor. por eso, sus esfuerzos de restauración comenzaron en el primer año de su reinado, en el mes primero. Convencido del pecado y de los frutos amargos de la idolatría, Ezequías propuso trastrocar la política de su padre, y restaurar, en toda su pureza y gloria, el culto al verdadero Dios. Por eso, una de sus primeras acciones en esta reforma, fue la reparación y apertura de las puertas del Templo del Señor, que su padre había cerrado. Ezequías comenzó la restauración del reino, restaurando el Templo, ya que la casa de Dios había sido contaminada y profanada bajo Acaz. Con esa obra, Ezequías demostró que era un verdadero hijo de David: el que planeó el Templo, y de Salomón: el que construyó el Templo. A continuación, reunió a los ministros llamados del Señor, los sacerdotes y los levitas. Estaba determinado a encausarlos en las filas de los fieles del Señor y a reclutarlos nuevamente para el servicio de los preciosos medios de gracia de Dios del Antiguo Testamento. Los sacerdotes al igual que los levitas elegidos por el eterno Creador para servir en el templo, no habían podido cumplir sus deberes sacerdotales y de servicio por un largo tiempo debido a la maldad de Acaz. Pero Ezequías los llamó otra vez al servicio, y les recordó el llamamiento especial que habían recibido como trabajadores de tiempo completo, a quienes el Señor había llamado. Sin embargo, “los dones de Dios y su llamado son irrevocables” Romanos 11:29. A pesar de que los levitas y los sacerdotes no habían ejercido sus funciones un largo tiempo, todavía eran los servidores del Señor, escogidos para estar delante de él, oficiando los sacrificios y los cultos de adoración. Queridos hermanos, desde el primer año de su reinado, el rey Ezequías se puso manos a la obra, empezó a restaurar todo lo que su padre había desecho en cuanto a la adoración del único Dios verdadero. Reabrió el templo de Jerusalén y reincorporó a los sacerdotes y levitas a sus labores ministeriales. Hermanos, al igual que el rey Ezequías, cuando asumamos algún cargo sea secular o ministerial, debemos ponernos manos a la obra. Debemos actuar y tomar medidas para restructurar algo que pueda estar mal, debemos ser eficientes y trabajar para sacar adelante la función que se nos --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
