Summary: GRACIA INFINITA DEL SEÑOR. 2 CRÓNICAS 33:10 El SEÑOR les habló a Manasés y a su pueblo, pero no hicieron caso a sus advertencias. 11 De modo que el SEÑOR envió a los comandantes de los ejércitos asirios y tomó a Manasés prisionero… y se lo llevaron a Babilonia; 12 pero cuando estaba sumido en profunda angustia, Manasés buscó al SEÑOR su Dios y se humilló con sinceridad ante el Dios de sus antepasados. 13 Cuando oró, el SEÑOR lo escuchó y se conmovió por su petición. Así que el SEÑOR hizo que Manasés regresara a Jerusalén y a su reino. ¡Entonces Manasés finalmente se dio cuenta de que el SEÑOR es el único Dios! NTV. Durante el reinado de Manasés, el pueblo judío se sumergió profundamente en la idolatría, debido al impulso del monarca en esta práctica. Manasés desde el trono, deshizo todo lo bueno que su padre Ezequías había hecho para restablecer la espiritualidad de su reino. El monarca, reconstruyó los santuarios paganos, construyó altares para las imágenes de Baal y levantó postes dedicados a la diosa Asera. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto. Profanó el templo del Señor al construir altares paganos en su interior, por último, sacrificó a sus propios hijos en el fuego. Todos estos hechos perversos del monarca, provocaron la ira del eterno Creador, contra él, y su reino. A pesar de su enojo, el Señor en su fidelidad envió a sus profetas para advertir a su pueblo infiel: pero ellos no escucharon las advertencias, persistieron en su perversidad. Así que el Señor entregó a Manasés a la misericordia del rey asirio. Manasés le había sido infiel al Señor; había hecho que Judá se descarriara junto con él. Juntos violaron flagrantemente la ley de Dios y quebrantaron su pacto. En lugar de llevar una vida santa como el pueblo de Dios, se volvieron todavía más impuros que las naciones que el Señor había destruido en un principio. El reino judío estaba listo para el juicio del eterno Creador, pero sólo el monarca del reino judío fue encadenado y llevado a Babilonia para ser juzgado. El Señor trató con Manasés de tal manera que el rey pudiera servir como un ejemplo de las intenciones que tenía el Señor para con su pueblo pecador, tanto de su ira para desarraigarlos de la tierra como de su asombrosa gracia para restaurarlos. Manasés, en el momento más angustiante de su vida, dio una revista de su vida pasada, y tuvo la convicción de que las miserias de su destronamiento y condición de cautivo se debían a su apostasía terrible y sin precedente del Dios de sus padres. Manasés reconoció sus pecados, se humilló y oró pidiendo oportunidad de producir frutos de arrepentimiento, el Señor lo escuchó y lo perdonó. A pesar de que las acciones de Manasés fueron perversas, la gracia de Dios actuó a su favor. El Señor no quiere aniquilar a su pueblo, quiere que su pueblo a través de un arrepentimiento sincero de sus pecados, vuelva a sus brazos amorosos. Queridos amigos, Manasés posiblemente fue uno de los reyes más corruptos que gobernó el reino del sur. Su vida refleja un extenso catálogo de hechos despreciables a los ojos del eterno Creador, su práctica perversa incluyó: la construcción de altares para los dioses paganos, la idolatría, el sacrificio de sus propios hijos, y la profanación del templo de Jerusalén. A pesar de la perversidad del monarca, el eterno Creador escuchó su clamor y acudió en su ayuda para liberarle de las manos de su enemigo. Amigo, en medio de su adversidad, el monarca judío reconoció sus pecados y clamó por perdón a Dios. Y Dios lo escuchó, derramó su perdón, y le dio libertad. Si el Señor pudo perdonar a Manasés de su perversidad, con seguridad puede perdonar a toda persona que muestra un sincero arrepentimiento de sus pecados y lo clama de todo corazón. ¿Se encuentra agobiado por una culpabilidad abrumadora? ¿Duda que alguien pueda perdonar lo que ha hecho? Anímese, este es el tiempo para confesar sus pecados y recibir el perdón del SEÑOR. Recuerde; nadie está fuera del alcance --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
