Artisteando: Literatura lésbica desde Librería Cómplices…fueron felices!




InOutradio, la radio lésbica show

Summary: Una mentira sin importancia: Leo Santos Emie Jaramillo aprendió hace mucho tiempo que el cerebro importa más que la belleza y ya le está bien. Ni quiere ni necesita una relación. Cuando por su prestigiosa carrera académica la invitan a participar en un programa de la televisión nacional, se ilusiona mucho de poder hablar de su trabajo en el campo de la genética. Lo que no sabe es que esa edición del programa se titula «¡Abajo la pinta de empollona!». Aún peor: la preciosa maquilladora Gia Méndez, ante la cual Emie es lo bastante tonta como para bajar la guardia, forma parte de la humillante broma pesada. El fiasco no hace más que convencer a Emie de lo que ya sabía: las relaciones no son para ella y las mujeres como Gia pertenecen a un mundo distinto al suyo. Sin embargo, Gia está a punto de compensar a Emie, convenciéndola de que no solo es lista, sino también hermosa… y que es la única mujer a la que Gia quiere en su vida.   Por Amor: Anna S. Gardner    Bienvenidas a un mundo donde el petróleo es amo y señor, la pasión se impone a la razón, y las gentes viven bajo la constante amenaza de guerra civil. Un mundo donde Raisa Andieta se mueve como pez en el agua. Al contrario que Carolyn Stenbeck, cuyo marido, Matt, trabaja para una compañía petrolífera en la que Raisa tiene mucho poder. Carolyn nunca había conocido a nadie como Raisa: exasperante, altanera, egoísta. Detestable sería la palabra. Turbadora también.   Son sus besos: Elisabeth Dean Liderar el equipo de guionistas de una cadena de televisión lesbiana (Lesbian TV) de nueva creación parece un sueño hecho realidad para la generosa y trabajadora C.J. Jansen. La pena es que la cadena está dirigida por la examante de C.J., Debbe Lee, apodada la Dama Dragón: una mujer que usaría la bandera arcoiris para estrangular a alguien, sin despeinarse siquiera, por haber tenido una idea creativa desafortunada. Además de tener las máquinas expendedoras cargadas de antiácidos (para los días malos) y de cuchillas de afeitar (para los días muy malos), C.J. no da abasto tratando de impedir que su equipo se acueste con las estrellas y, al mismo tiempo, intentando encontrar una programación demoledora que mantenga a los telespectadores pegados a la pantalla, y a Debb lejos de ellas. Lo último que la agotada C.J. necesita es un romance. Aún así, quizás viva uno… Al tiempo que la historia despega, la cadena asciende imparable hacia una lluvia de premios y galardones. “Son sus besos” demuestra que en la vida, el amor y la televisión ¡los mejores momentos nunca siguen el guión!