Broken Hard: Reparto de bienes




InOutradio, la radio lésbica show

Summary: (intro para ti, Satchi ¿La encuentras suficientemente extensa?) Y después de una ruptura… Toca repartir bienes, todas las cosas que se han compartido y que ahora deben dividirse o bien repartirse a partes iguales o proporcionales, según la aportación de cada una. Esto es tuyo, esto es mío, esto para ti, esto para mí… Este proceso, generalmente penoso y triste, puede ser muy fácil o muy difícil, dependiendo de la cantidad de sentido común y de generosidad que seamos capaces de aplicarle. Y también depende, claro, del tipo de objetos, porque no es lo mismo tener que repartirse una lavadora o una colección de discos compactos… Un consejo: sed generosas, especialmente con el amor que le habéis dado a vuestra pareja mientras ha sido vuestra pareja. Dejad que se lleve todo ese amor con ella, porque sólo así os recordará siempre con aprecio y cariño. Reparto de bienes Esa tendencia innata, llamémosle manía, que tenemos las lesbianas de irnos a vivir juntas a la segunda cita tiene a veces un coste muy elevado. Y es que, si la cosa no funciona, toca deshacer lo que se ha hecho, a riesgo de pasarnos la vida haciendo y deshaciendo, haciendo y deshaciendo… El reparto de objetos como libros, CD y similares no plantea, en principio, problema alguno, porque son fácilmente cuantificables y reconocibles. Si acaso, el problema puede venir con los que estén firmados por sus autores o autoras, porque pueden ser objeto de codicia por ambas partes. En estos casos, tendréis que negociar. Los electrodomésticos, los muebles y el resto de objetos del hogar sí suelen traer más problemas a la hora del reparto, por sus propias características. ¿Cómo dividir una lavadora? ¿Ella el bombo y tú el filtro? ¿O es mejor venderla y repartir el dinero? Pero, ¿quién va a querer una lavadora de segunda mano? ¿Y el tresillo? ¿Quién se queda con el sofá y quién con las butacas? Eso por no hablar de la vivienda en sí. Decidir quién se va y quién se queda puede ser muy fácil o muy difícil, dependiendo de cuál de las dos sea la titular de la hipoteca o del contrato de alquiler. Y si lo son ambas y no hay acuerdo, a vender, a repartir beneficios y cada una por su lado. Claro que, en otros casos, hay quienes siguen compartiendo techo aunque hayan dejado de ser pareja, pero, personalmente, no conozco a ninguna lesbiana que lo haya hecho, y por mi experiencia creo que eso es algo más propio de los hombres gays. Lo que me asombra realmente es el tema de la ropa, que, pudiendo ser de fácil reparto, puede ser incomprensiblemente difícil, más complicado cuanto más tiempo haya durado la unión. Porque sí, porque es cierto que, al final, de tanto convivir, muchas lesbianas confundimos la personalidad y hasta la ropa, y así no hay manera de saber de quién son esas bragas que quedaron en el cajón de la cómoda. ¿Serán tuyas, o las habrá dejado ella aposta, como recuerdo? (vídeo de la canción de Verónica Orozco titulada “Las bragas”. La canción es una mierda, pero al menos es de temática lésbica. Además, la chica no está mal y, encima, la letra habla de bragas… ¿qué más queremos?) Pinche aquí para ver el vídeo La Polli-Carme Pollina foto: http://www.flickr.com/photos/locomalo/8500901414/sizes/m/in/photostream/